viernes, 30 de octubre de 2009

Insomnio perpetuo

Merece el cansancio la porción de libertad que siempre habrías elegido y la devoras de un bocado sin percibir su aroma. Una vez más ganó el instinto y podrías volar si quisieras pero no lo sabes. Ahora, entre una frágil y desfigurada versión de la realidad que profesas, ves esa silueta, allí en donde no volverás a verla jamás, luego ese rostro, esas manos y esa voz, eco de tus anhelos, mientras te empapan aquellas lágrimas que nunca dejarán de humedecer tu conciencia. Se transforma la textura de tu lecho en las paredes de tus recuerdos y el extracto de tu deseo, antes de rozar tu paladar, en la sustancia asfixiante de tus miedos. Transcurren siete segundos y ves que todo está bien en esta tierra que desaparecerá sin que la reconozcas, y serás nuevamente criatura del mundo.

martes, 27 de octubre de 2009

El principio

Trence la conciencia las voces no descubiertas y en exceso de caudal del ser lloren los dedos. Traigo a estas líneas la fuerza con la que abrazan mi percepción las palabras del mundo sin esperar respuesta, sin obtenerla, pues entran sin rozar la cuerda de la elocuencia condenando mi voz al servicio de la necesidad estricta de hablar, por el cual no dejo de sentirme privilegiada. Liberen mis palabras a este silencio del disfraz de vacío o aburrimiento, constituyan un voto de admiración a las voces persuasivas y agradables que me rodean y de agradecimiento a quienes han apreciado mis indecisos discursos. Considere usted la necesidad que produce este callado y descomunal recinto de escribir y, como consecuencia, de aprender a hacerlo pues no ha sido menester, hasta ahora.